Pauline Ferrand-Prévot ganó el Tour de Francia femenino, convirtiéndose en la primera francesa en ganar la prueba desde 1989Ericks Webs DesignEricks Webs Design

Pauline Ferrand-Prévot ganó el Tour de Francia femenino el domingo, convirtiéndose en la primera francesa en ganar la carrera ciclista más importante desde 1989.

Desde la última victoria de Bernard Hinault en el Tour de Francia masculino en 1985 y la de Jeannie Longo en la edición femenina en 1989, ninguna ciclista francesa se había alzado con el maillot amarillo. Una larga espera para una nación cuyos veranos han estado ligados a la carrera durante más de un siglo.

Tras retirarse de una exitosa carrera en el ciclismo de montaña, en la que se proclamó campeona olímpica en París, Ferrand-Prévot regresó a la carretera esta temporada con el objetivo explícito de ganar el Tour de Francia Femenino en tres años. Al final, solo necesitó uno.

Selló su victoria en la última etapa de la carrera, cruzando la meta resplandeciente con el maillot amarillo y embargada por la emoción de poner fin a la larga espera de Francia por una campeona local de su icónica carrera.

En la clasificación general, terminó tres minutos y 42 segundos por delante de la ganadora de 2023, Demi Vollering, que quedó segunda, y cuatro minutos y nueve segundos por delante de la vigente campeona, Kasia Niewiadoma-Phinney.

Ferrand-Prévot se puso el maillot amarillo en la penúltima etapa, despegando fácilmente de sus rivales en la subida decisiva de la carrera de este año —el imponente Col de la Madeleine, de 18,6 km de longitud, en la octava etapa— y cruzó la meta con más de tres minutos de ventaja sobre Niewiadoma-Phinney y Vollering.

En lugar de estas exganadoras, la rival más cercana de Ferrand-Prévot ese día fue Sarah Gigante, quien atacó desde el principio en el Col de la Madeleine. Gigante fue alcanzada y superada por la francesa, pero limitó sus pérdidas para terminar segunda, a un minuto y 45 segundos.

Esa remontada dejó a Ferrand-Prévot con dos minutos y medio de ventaja sobre Gigante en la clasificación general a falta de una etapa. Gigante se quedó atrás en la última etapa y perdió su puesto en el podio.

Pero incluso con una ventaja tan amplia, esa última etapa no fue fácil para Ferrand-Prévot. Se quedó atrás de sus rivales en las carreteras del valle antes del primer ascenso del día, lo que obligó a su equipo a perseguir y proteger su liderato. Sin embargo, se recuperó para lanzar un ataque en solitario a falta de seis kilómetros y cruzar la meta en solitario.

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