Organismo advierte que el desmantelamiento de USAID significa que el dinero estadounidense podría llegar a grupos terroristasEricks Webs DesignEricks Webs Design

El desmantelamiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) por parte del gobierno de Trump y la congelación generalizada de la ayuda exterior han dificultado el seguimiento del posible uso indebido de la ayuda humanitaria financiada por los contribuyentes estadounidenses, lo que significa que podría acabar llegando involuntariamente a grupos terroristas, según un nuevo informe de la agencia de control independiente.

La conclusión de la oficina del inspector general de USAID parece socavar los argumentos del presidente Donald Trump y de Elon Musk de que sus medidas para abolir la agencia reducirán el fraude y el despilfarro.

Aunque el informe del inspector general señala que la oficina lleva mucho tiempo “identificando importantes retos y ofreciendo recomendaciones para mejorar la programación de la Agencia a fin de prevenir el fraude, el despilfarro y el abuso”, deja claro que la reducción de personal de USAID, así como la congelación de la ayuda exterior, han repercutido negativamente en los esfuerzos de supervisión.

“Las recientes y generalizadas reducciones de personal en toda la Agencia… junto con la incertidumbre sobre el alcance de las exenciones de la ayuda exterior y las comunicaciones permitidas con los ejecutores, han degradado la capacidad de USAID para distribuir y salvaguardar la ayuda humanitaria financiada por los contribuyentes”, dice el informe.

USAID exige que los programas en Afganistán, Iraq, el Líbano, Pakistán, Siria, la Ribera Occidental y Gaza, y Yemen reciban una “investigación de antecedentes de los socios”, con el fin de garantizar que los fondos de los contribuyentes no acaben apoyando a grupos como Hamas, Hezbollah, ISIS o los hutíes. Según el informe, estos esfuerzos de investigación se han paralizado debido a la reducción de personal en USAID.

“Aunque la oficina del inspector general de USAID ha identificado previamente lagunas en el alcance de la investigación de socios, 10 empleados de USAID han informado que en los últimos días se ha ordenado a la unidad de investigación antiterrorista que apoya la programación de la ayuda humanitaria que no se presente a trabajar (porque el personal ha sido suspendido o puesto en licencia administrativa) y, por lo tanto, no puede llevar a cabo ninguna investigación de socios”, dice el informe.

“Esta laguna deja a USAID expuesta a financiar involuntariamente entidades o salarios de personas asociadas con organizaciones terroristas designadas por Estados Unidos”, decía.

Trump despidió a inspectores generales de más de una docena de agencias federales en su primera semana en el cargo, pero el organismo de control de USAID se mantuvo en su puesto.

La congelación de la ayuda exterior también suspendió todos los contratos y actividades de supervisión por parte de terceros, que se utilizan para supervisar los programas de ayuda humanitaria en lugares considerados peligrosos, “incluidos entornos de alto riesgo como Ucrania, Afganistán, Etiopía, Haití, Gaza, Iraq, el Líbano, Somalia, Siria y Venezuela, lo que afecta a otro nivel de supervisión de la ayuda proporcionada por los contribuyentes estadounidenses”, según el informe.

La gran mayoría de la plantilla de más de 1.000 personas de la Oficina de Asistencia Humanitaria (BHA) de USAID ya se ha visto afectada por permisos o está a punto de ser puesta en licencia administrativa remunerada, según el informe.

“En conjunto, las medidas ejecutadas y previstas en materia de personal eliminarían, de forma temporal o permanente, aproximadamente el 90 % de la plantilla mundial de la BHA”, afirma.

Esta reducción de personal también ha tenido un impacto negativo en la capacidad de la agencia para responder a las denuncias de posible uso indebido de fondos humanitarios.

“Las incertidumbres sobre el alcance de las exenciones, el grado de comunicación permisible entre el personal de USAID y las organizaciones de ayuda, el despido repentino de personal contratado y la colocación de personal en licencia administrativa remunerada han limitado la capacidad de BHA para recibir y responder a las denuncias de fraude, despilfarro, abuso o desvío de ayuda humanitaria”, dijo.

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