Por qué el intento de redistribución de distritos de Texas tiene implicaciones mayores en todo EE.UU.Ericks Webs DesignEricks Webs Design

El resultado de la batalla política sobre el intento de redistribución de distritos de Texas ya tiene importantes implicaciones en todo el país.

Otros estados dominados por los republicanos están considerando seguir el ejemplo de Texas, mientras que los gobernadores demócratas sopesan sus opciones para responder con sus propios esfuerzos de redistribución de distritos a mitad de década. Mientras tanto, la legislatura de Texas se encuentra en un punto muerto después de que los demócratas de la Cámara huyeron del estado en un intento de bloquear el esfuerzo republicano para volver a trazar los distritos electorales en favor del Partido Republicano.

El presidente de EE.UU. Donald Trump ha impulsado el esfuerzo de redistribución, y el gobernador Greg Abbott convocó a la sesión especial de 30 días en la que el Partido Republicano presentó los mapas propuestos, que podrían trasladar hasta cinco escaños de la Cámara de Representantes de EE.UU. a la columna republicana. Ahora Abbott amenaza con destituir a los legisladores demócratas que abandonaron el estado en un intento de bloquear que la Cámara vote sobre esos nuevos mapas.

Aquí tienes un vistazo a lo que está sucediendo en Texas y por qué importa:

Se requiere que las líneas distritales del Congreso se vuelvan a trazar una vez por década, después del censo. Pero las maniobras a mitad de década, como la de Texas, son inusuales.

Los republicanos de Texas quieren reforzar la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de EE.UU. antes de las elecciones de mitad de período de noviembre próximo, aumentando el número de escaños que los demócratas necesitarían voltear —actualmente tres— para reclamar el control de la Cámara.

Los demócratas enfrentan un desafío mucho mayor para recuperar el Senado. Pero si logran la mayoría en la Cámara, le daría al partido un punto de apoyo para los dos últimos años del mandato de Trump. Los demócratas podrían ralentizar o detener la agenda legislativa del presidente y utilizar las comisiones de la Cámara para investigar las acciones de su administración, tal como lo hicieron en los últimos dos años del primer mandato de Trump, desde principios de 2019 hasta principios de 2021.

Los mapas propuestos presentados la semana pasada por la legislatura de Texas, de mayoría republicana, volverían a trazar de manera agresiva los distritos electorales del estado para que cinco escaños sean mucho más propensos a favorecer a los candidatos del Partido Republicano.

El nuevo mapa de Texas presenta 30 distritos que Trump habría ganado en 2024 si este mapa hubiera estado vigente, frente a los 27 bajo las actuales líneas distritales. En total, hay cinco escaños más que Trump ganó por más de 10 puntos porcentuales, según datos del Consejo Legislativo de Texas.

El mapa propuesto elimina el escaño del representante Greg Casar, quien probablemente se vería obligado a competir en una primaria con otro demócrata progresista, el representante Lloyd Doggett, en el área de Austin.

Los republicanos también proponen fusionar el escaño del área de Houston del representante Al Green con un escaño vacante ocupado por el difunto representante Sylvester Turner, quien murió en el cargo a principios de este año. El distrito de Green fue alterado más que el de cualquier otro miembro en el plan.

El mapa también haría que dos escaños del sur de Texas, ocupados por los demócratas Henry Cuellar y Vicente González, sean más inclinados hacia los republicanos. Pero varios demócratas consideran que los escaños aún pueden ser alcanzados por estos dos miembros centristas, quienes suelen obtener mejores resultados que los demócratas estatales o nacionales.

Los demócratas son minoría en la Cámara de Texas, pero tienen suficientes escaños como para privar a la cámara del número de legisladores necesario para hacer negocios bajo las reglas de la Cámara. Por eso muchos huyeron del estado el domingo, la mayoría volando a Illinois y otros viajando a Nueva York, fuera del alcance de las fuerzas del orden de Texas.

Los legisladores que se fueron podrían enfrentar multas de US$ 500 diarios que no pueden ser pagadas con fondos de campaña, aunque los demócratas de la Cámara y sus simpatizantes ya están recaudando fondos para ayudar a cubrir esas multas. El exrepresentante Beto O’Rourke dijo a CNN que su comité de acción política, Powered By People, que recaudó más de US$ 700.000 para los demócratas de la Cámara estatal durante una ruptura de quórum en 2021, “recaudará lo que sea necesario, por el tiempo que sea necesario, para ayudar a estos demócratas de Texas con su alojamiento, para que puedan alimentarse, apoyarlos con estas multas de US$ 500 al día”.

“Tenemos su apoyo en todo momento”, dijo.

Mientras tanto, gobernadores demócratas en estados profundamente demócratas planean su respuesta. Los gobernadores de California, Illinois, Maryland, Nueva Jersey y Nueva York han sugerido que explorarán la posibilidad de volver a trazar sus propios mapas de distritos congresionales para agregar más escaños favorables a los demócratas, o han dejado la puerta abierta para hacerlo.

“Los guantes están fuera, y digo, que vengan”, dijo el lunes la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul.

Ohio, que antes era un estado clave en las elecciones, pero se ha vuelto cada vez más republicano, debe volver a trazar sus distritos congresionales este otoño porque el mapa de 2022 fue invalidado por el Tribunal Supremo del estado por ser inconstitucional. La composición del máximo tribunal del estado de Ohio ha cambiado desde esa decisión, y se considera que la nueva corte tiene muchas más probabilidades de aprobar un mapa que favorezca a los republicanos, quienes ocupan 10 de los 15 escaños del Congreso del estado.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, también propuso recientemente la idea de una redistribución de distritos a mitad de ciclo en su estado. “Creo que el estado está mal distribuido”, dijo a los periodistas en julio, añadiendo que sería “apropiado hacer una redistribución aquí a mitad de la década”.

Punchbowl News informó que la Casa Blanca está presionando a Missouri para que vuelva a trazar sus distritos con el objetivo de quitar uno de los únicos dos escaños en manos de los demócratas, el de la representante Emanuel Cleaver, en un estado donde el Partido Republicano tiene los otros seis escaños en la Cámara. La Casa Blanca también ha instado a Indiana a rediseñar los distritos en los que los demócratas ocupan dos de los nueve escaños. El distrito del noroeste de Indiana del representante demócrata Frank Mrvan probablemente sería el objetivo si el estado de Indiana lo hiciera.

Las batallas por la redistribución de distritos no pueden continuar sin plazos. En muchos estados, incluso Texas, los candidatos deben presentar su registro para las boletas de las primarias del próximo año antes de que termine este año.

El lunes, Abbott indicó que podría buscar medidas más extremas que las multas diarias de US$ 500 para tratar de obligar a los demócratas a regresar o eludir su ruptura del quórum.

Amenazó con destituir a los demócratas de la Cámara estatal si no regresan antes de las 4 p.m., hora de Miami, cuando está previsto que la legislatura se reúna en Austin.

Abbott dijo a Fox News que los legisladores demócratas habían “abandonado” sus responsabilidades. “Creo que han perdido su escaño en la legislatura estatal porque no están haciendo el trabajo para el que fueron elegidos”, afirmó.

Hace cuatro años, los demócratas de la Cámara de Texas usaron tácticas similares: se fueron a Washington durante seis semanas mientras bloqueaban el impulso de Abbott y los republicanos para promulgar nuevas leyes restrictivas de votación durante una sesión especial.

Abbott convocó una segunda sesión especial y, en última instancia, los demócratas de la Cámara cedieron aproximadamente dos semanas después de su inicio.

Después de esa ruptura del quórum, la Cámara de Texas impuso nuevas reglas que permiten multas de US$ 500 al día y prohíben a los miembros pagar esas multas con fondos de sus campañas.

Fue parte de una larga historia de rupturas de quórum en Austin que se remonta a la década de 1800 e incluye al menos dos incidentes modernos de alto perfil. En 2003, los demócratas huyeron a Oklahoma para bloquear el esfuerzo de redistribución distrital a mitad de década del entonces gobernador Rick Perry, otra ruptura de quórum que finalmente fracasó. En 1979, 12 senadores estatales demócratas tuvieron éxito cuando resistieron durante cuatro días para bloquear un intento de mover la primaria presidencial de Texas para favorecer la candidatura del exgobernador John Connally.

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